Putin: anexión de territorios y submarinos nucleares. ¿Cuál es la postura de España?
La guerra entre Ucrania y Rusia inició con el siguiente casus belli: el ejecutivo de Moscú aseveró que en Ucrania había células nazistas que atentaban contra Rusia. No obstante, todo indica que el verdadero motivo era evitar que Ucrania se uniera a la OTAN. Los rusos han heredado la noción implantada por la Unión Soviética sobre un “área de influencia”, estando los países en derredor del territorio en esa zona influyente.
Este enfrentamiento bélico ha dado muchos vuelcos inesperados. Se sospechaba que los rusos, con todo su poder militar, lograrían invadir a Ucrania con facilidad. No obstante, ya la guerra se ha prolongado por muchos meses. Incluso, en recientes semanas los ucranianos han hecho desandar los tanques rusos y recobrado parte de sus territorios.
La anexión de cuatro territorios de Ucrania a la Federación Rusa
Se trata de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. En esos lugares se informa la realización de referéndums, donde la población manifestó su deseo de separarse de Ucrania y unirse a Rusia. No obstante, tales plebiscitos no son reconocidos por casi ningún país europeo, ni de otras latitudes del mundo. Se considera que fueron efectuados con exagerada celeridad, improvisación, sin observación internacional y avisando sus resultados de improviso. Además, los referéndums se hicieron bajo el control del ejército ruso en esas zonas.
Un inesperado submarino con torpedos nucleares
Los radares de la OTAN han advertido de un extraño movimiento del submarino K-329 Bélgorod. Algo que levanta preocupaciones, ya que este submarino está equipado con el misil nuclear “Poseidón”. Es un supertorpedo, capaz de dispararse a 10.000 kilómetros de distancia con absoluta precisión. A su vez, el torpedo no puede ser detectado por radares.
El arma antes descrita se diseñó con una misión: desencadenar “tsunamis nucleares”. El misil no explota en tierra firma, sino bajo el agua con potencia nuclear. Semejante detonación empujaría cantidades enormes de agua, en forma de olas gigantes, que impactan sobre costas y muelles.
La OTAN ha dicho que el submarino mide 184 metros de eslora, pudiendo viajar a 60 km/h bajo el agua, con hasta 120 días sin necesidad de subir a la superficie. Es un arma peligrosa, que ahora se mueve hacia las aguas del Atlántico de manera muy sospechosa. Tal vez, sea solo para intimidar. Sin embargo, hay quienes creen que se piensa detonar un misil “Poseidón” como advertencia a los enemigos de Rusia.
La posición de España en medio de toda esta situación
Desde territorio español, se han lanzado posturas a favor de Ucrania. En general, Europa considera negativa la invasión rusa. Por ende, se espera que esta posición se mantenga. Además, hay un claro rechazo a la toma de territorios de otros países en una invasión militar. El añadido de la movilización de un submarino con misiles nucleares también exige una declaración contundente.
No hay que olvidar que España tiene una posición geográfica importante en el Mediterráneo. Se encuentra en el punto de entrada a este mar, desde las aguas del Atlántico. Por ende, la presencia del K-329 Bélgorod es algo que se debe tener en cuenta.
