El gas ruso causa problemas para Volkswagen, empresa que ahora planea mover su producción a España
La guerra entre Rusia y Ucrania tiene secuelas políticas, económicas y energéticas. Por ejemplo, las fábricas de la empresa Volkswagen en Alemania, república Checa y Eslovaquia se localizan en sitios con mucha dependencia del gas ruso. Se sabe que el gobierno de Moscú anunció a represalias contra quienes han votado en su contra debido al conflicto bélico en Ucrania. En tal sentido, estas fábricas corren el peligro de quedarse sin el suministro de gas que necesitan para trabajar.
En tal sentido, la compañía fabricante de automóviles ya ha anunciado que tiene un “plan B”. ¿En qué consiste? Pues, en la posibilidad de trasladar la producción al suroeste de Europa. De esa manera, se emplazaría en países que puedan tener suministro de gas desde el norte de áfrica. Es una alternativa a medio plazo, pero que puede tener secuelas importantes para naciones como España.
En el suroeste de Europa hay mejor acceso a cargamentos de gas natural
Bien sea desde el norte de África, o que transiten por el Mediterráneo mediante barcos provenientes del Medio Oriente. Se trata de gas licuado, una excelente opción para una industria dedicada a la fabricación de automotores. Actualmente, el grupo Volkswagen ya cuenta con algunas plantas en países como Portugal, Bélgica o España. En dado caso, la alternativa es aumentar la capacidad productiva de estas fábricas y ensambladoras.
Para los españoles, resultaría en una buena noticia. Desde hace años, el tema del desempleo en territorio de España es bastante importante. Por lo tanto, si la gente de Volkswagen decide trabajar en territorio español; entonces habrá más posibilidad de empleo. No obstante, se trata de una solución que aún no está asegurada. Naciones como Alemania han tomado la previsión de tener unas reservas adicionales de gas, en caso de que los rusos decidan radicalizar su posición y cortar definitivamente el suministro.
Otras secuelas de un posible racionamiento de gas en Europa
Por lo visto, no todos serían malas noticias. Incluso, algunos analistas económicos vaticinan que en realidad ocurriría un cambio en las dinámicas comerciales y de producción. Quizás, los propios rusos serían los menos beneficiados al cortar el suministro de gas. Por ejemplo, España cuenta con puertos perfectos para recibir y gas licuado desde naciones sudamericanas, tales como Venezuela o Bolivia.
Si lo antes comentado ocurre, entonces España y Portugal serían puntos de entrada del gas en Europa. A su vez, desde el Medio Oriente podría llegar gas a suelo europeo por medio del Canal de Suez. Todo esto sería un reacomodo de relaciones internacionales. No obstante, en primera instancia este racionamiento de gas implicaría un desajuste en muchos sentidos.
Un problema inmediato es la llegada del invierno en este año 2022. En los meses de octubre, noviembre y diciembre las temperaturas descienden mucho. ¿Consecuencias? Pues, aumentaría la demanda de fuentes de energía que puedan generar calefacción en los hogares y otros inmuebles. Sin duda, es la emergencia más cercana respecto al tema del gas en Europa.
